(A la memoria de Emilio Pujade, que fue un gringo que un día llegó en un barco y Rosario Galeano la mestiza que carpía la tierra y montaba un redomón.)
Ya pasó tanto tiempo...y pienso a veces
que ahí tan solo podría recordarme el alma de las cosas...
En un lugar donde ya casi todos me olvidaron.
Hay un río que escucha tres idiomas
y una casa solariega y anticuada
y un portón que hace ruido
y un aljibe carcomido por la pátina del tiempo
y una tierra llena de óxido de hierro.
Y pienso a veces
que ahí tan solo podría recordarme
el alma de las cosas.
¿Y querrán recordarme aquellas cosas?
Yo no lo sé.
Cuando pisé el asfalto se me pegó a las plantas para siempre.
Ana María Machado
La poeta del Teatro San Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario