miércoles, 1 de septiembre de 2010

CAYETANO (Fué concebido en el año 2000 cuando la cosa estaba que ardía)

Qué importa si viniste o te trajeron
o si el pueblo sos vos
o es que vos sos el pueblo.
Qué importa si viniste o te trajeron
si llegaste a mi tierra y te quedaste
como uno más de la familia compartiéndolo todo.
La foto de los hijos en la repisita.
El asado en el patio y el bullicio
de los hinchas de fútbol los domingos.

Cayetano...
¡Qué cosa!
Si vos también estás en todas partes...

Recuerdo...
Perdón...
Todos lo recordamos.
Hubo una vez,
—aquella vez—
en que aprendí a mirarte.
—Entre nosotros todos alguna vez aprendimos a mirarte—
Vos.
Y el purrete.
Y el purrete era el mismo que en casa ponían en el pesebre.
Parecía contento el purretito...
Vos debías ser bueno...

Cayetano...
¡Qué cosa!
¡Si hay cosas que se llevan en el alma!

Es como si dijéramos siempre hay algún refugio en este mundo
o por lo menos algo de esperanza.
Y sentimos un poco de alegría.
Aunque sea un poquito, que ya es mucho.
Es como si dijéramos llevar un pedacito de la casa
ahí,en el parabrisas
del camión que devora los kilómetros,
ser un compinche del colectivero en esa geografía suburbana
o una chispa en la noche melancólica
del arquitecto que maneja un taxi.
—Es lúgubre el recuerdo de lo que fue una fábrica
e infinitas las colas mañaneras
enarbolando los avisos.
Es triste el ajetreo tragicómico de la semana...—

Esa mujer.
la verdadera.
Pide trabajo para su marido y paz en la familia, que es lo mismo.
Paz en la casa.
Paz en todo el barrio.
Y paz en todas partes.
Esa mujer.
La verdadera.

Y el muchachito.
El que volvió de aquella guerra con el alma en orsai
y el sistema nervioso hecho pomada.
Allá quedaron otros, sí.
Y el volvió.
El volvió de esa guerra de la farándula.

¿Y ahora...?

Qué importa la verdad histórica
ni el Canon de los Santos,
allá,en Roma.
Que importan los linajes de Venecia
si llegaste en un barco, como todos.
Para ser uno más entre nosotros, muy querido
y un poco de esperanza,
—aunque sea un poquito, que ya es
mucho—

Cayetano...
¡Que cosa!
¡Vos sí que sos alguna de esas cosas que
se llevan en el alma!

Ana María Machado
La poeta del Teatro San Martín

No hay comentarios:

Publicar un comentario